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“009 RE:Cyborg” es una recuperación, o un intento de recuperación por parte de Kenji Kamiyama de los personajes de un manga iniciado en 1963 y finalizado en 1981, “009 Cyborg” de Shōtarō Ishinomori. De este manga se han hecho ya tres versiones animadas en 1968, 1979 y 2001. Es indudable pues que los personajes de la historia deben estar bien presentes al menos dentro del mundo del manga y anime japonés. Sin embargo, mi acercamiento a la película es, por así decirlo, totalmente “virgen” respecto de la historia pues ni he leído el manga ni he visto las versiones animadas. Mi interés se debe exclusivamente al trabajo de su director, Kenji Kamiyama por su, hasta ahora, excelente trayectoria. Especialmente por sus magníficas series basadas en el universo ultra-tecnificado y ciberpunk de “Ghost in the Shell” o también a la más cercana de “Eden of the East”. Particularmente, además, adoro su serie “Seirei no Moribito” cuya historia tiene lugar en un Japón fantástico-medieval.
No obstante, las incursiones de Kamiyama como director en el largometraje, que hasta ahora se limitaban a dos películas centradas en continuar el desarrollo de la historia contada en “Eden of the East”, bajan el nivel de excelencia. Este bajón se ve muy acentuado en esta última “009 Re:Cyborg” aunque el producto final no deja de ser interesante.
El director artístico es Yusuke Takeda, que también lo fue de GITS: SAC, y se nota. |
Para empezar decir que lastra mucho el no conocer nada de los personajes. Aunque el director dedica más de media hora a presentarlos inmersos ya en la historia que se desarrolla, se hace muy conveniente que el incauto espectador se informe un poco, aunque sea tirando de Wikipedia, de las características de los cyborgs cuasi-humanos y de sus motivaciones.
En la sinopsis del manga original de Ishinomori se puede leer que nueve personas fueron secuestradas y reconvertidas a cyborgs por la Organización Fantasma Negro. Estos nueve cyborgs lograron escapar de la organización para unir sus fuerzas formando un grupo, una suerte de X-Men cibernéticos dedicados a la lucha contra el mal. Y son también multirraciales y multinacionales pues cada uno de los nueve representa a un país, un tópico con este asunto que Kamiyama mantiene en la película y que en realidad es un lastre. El punto de arranque de la película es que han pasado muchos años desde entonces y cada uno de estos seres cibernéticos, alguno de ellos sin ser consciente de su condición, es llamado de nuevo por su creador para hacer frente a una serie de ataques terroristas mundiales que está acabando con los rascacielos del mundo.
Y es en este primer tercio cuando la película está mejor pues los trabajos de Kamiyama sobresalen sobre todo por lo bien que representa el mundo ultra-tecnificado, las armas y armaduras, los vehículos y su manejo. Los paisajes urbanos se muestran con un nivel de detalle que raya la perfección. En este aspecto el trabajo que dirige Kenji Kamiyama está a la altura de los trabajos del malogrado director Satoshi Kon o los del director Makoto Shinkai. Los paisajes urbanos dibujados tienen un punto de realidad muy preferible a la propia realidad. Pero es que, además, Kamiyama explica como nadie el escenario socio-político y las organizaciones que manejan los hilos. En este aspecto tiene muy buena experiencia con GITS donde incluso mejora lo visto en las películas de Mamoru Oshii y aquí, en “009 RE:Cyborg”, no tiene problemas en ponernos en situación en el primer tercio de película.
¡Glup! ¡Plas, plas, plas! Cyborg 003 es kawaii en esta reimaginación |
Pero…, ahora vienen los peros. El primero el guion, que corre a cargo del propio Kamiyama. Cuando se entra en las motivaciones de los personajes y de los motivos por los que tienen lugar los actos en el film se nos mete en un galimatías existencial de tres pares de narices. Cuando ves una película en japonés con subtítulos e intentas entender algo es imposible. Se hace necesario parar la película, pasarla hacia atrás, seguir poco a poco y leer subtítulos para llegar a la conclusión de que en realidad lo que se pretende explicar es mucho más simple que el rollo espiritual y existencial que se nos cuenta y que termina por aburrir al más entusiasta de los filósofos. Claro que esta no es la manera de ver una película por lo que al final acabas por hacer ni puñetero caso a tanta cháchara y solo esperas que estas escenas terminen para empezar a ver acción. Lo malo es que estas escenas se llevan, de largo, otro tercio de película. Es curioso, porque Ghost in the Shell, el manga de Masamune Shirow, es prácticamente intragable sobre todo en su segundo volumen pero Kamiyama supo adaptar su universo de una forma irreprochable. Sin embargo, ahora ocurre lo contrario.
Mencionar también algo sobre la animación. La película está concebida para su visionado en 3D y es muy probable que en este formato lo que aquí se dice no se llegue a cumplir, porque lo cierto es que en 2D los movimientos de los personajes cantan respecto de los fondos. Aparte de que me parece que el dibujo de los personajes es demasiado simplista frente al barroquismo urbano tan bien dibujado. La música de Kenji Kawai resulta muy adecuada y raya la excelencia en algunas melodías. Pero esto no es una novedad pues Kenji Kawai, hasta ahora presente en todos los trabajos de Kamiyama, resulta, a mi corto entender y gusto, un músico muy efectivo y por momentos brillante.
Finalmente recuerda, estimado lector, que todo lo expresado aquí no pasa de ser una opinión personal.
Finalmente recuerda, estimado lector, que todo lo expresado aquí no pasa de ser una opinión personal.
Trailer
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