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Películas reseñadas:
- El caso de Hana y Alice (2015)
- Re-Animator (1985)
- Constantine (2005)
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El caso de Hana y Alice (2015)
Dir. Shunji Iwai
“El caso de Hana y Alice” (Hana to Alice Satsujin Jike), precuela de una película del mismo director (Hana to Arisu, 2004), es la primera incursión de Shunji Iwai como director en el terreno del largometraje de animación. Siendo Iwai un director centrado en realización de películas con actores reales, aunque ya había realizado una serie de cortos animados, su incursión en la animación está justificada por su deseo de que en la película participaran las mismas protagonistas que en su exitosa película del 2004 y no solo utilizando sus voces. Siendo evidente que las protagonistas tienen once años más y que no es posible hacer una precuela con personas ya adultas vestidas como estudiantes de secundaria, el director decide utilizar la técnica de la rotoscopia para dibujar sus personajes animados sobre actores reales. También pinta los fondos y escenarios utilizando un acabado de acuarela que queda genial. Cuando experimenta y hace encuadres complicados, con sus consiguientes movimientos de cámara, utiliza el ordenador y hay varios momentos en que se nota. El resultado de la rotoscopia con los personajes humanos y objetos que se mueven no es del todo satisfactorio (siempre en mi opinión) en algunos aspectos. Sí es verdad que consigue que los movimientos humanos (andar, correr, saltar,…) resulten como muy naturales, pero la gestualidad de los rostros pierde mucho. No obstante esta película tiene una cierta peculiaridad en las caras y los gestos que, una vez aceptada, resulta incluso agradable. (No es muy habitual la utilización de esta técnica de la rostoscopia para absolutamente toda la animación de un producto, últimamente recuerdo la interesante serie del año 2013 de Hiroshi Nagahama, “Aku no Hana” (Flowers of evil) que sí que conseguía una mejor animación de los rostros en primeros planos).
Dejando a un lado el asunto de la animación, lo que hace buena esta película es ver cómo consigue Iwai captar la idea del nacimiento de la amistad entre dos adolescentes. No suelo acercarme mucho a productos que, aparentemente y desde lejos, parecen claramente encaminados a una demografía tan concreta como la adolescencia femenina (Shōjo). Es muy habitual la separación del anime en multitud de géneros y es muy útil para poder elegir más fácilmente entre una multitud de productos. Ciertamente es un criterio por el cual habría cometido un gran error con esta película. En el film de 2004 el punto de partida es que Hana y Alice ya son amigas inseparables; en esta precuela, “El caso de Hana y Alice” nos cuenta el nacimiento de esta amistad a través de, una vez más, una historia del género “vida escolar” tan prolífico en películas y anime. Iwai, que también firma el guion, tiene muy claro qué es lo que quiere contar y cómo lo va a contar. Son adolescentes que se comportan como tales y la película da una sensación de verosimilitud para estos personajes inmersos en una historia que mezcla con acierto la intriga, la comedia, la vida urbana y la cotidianeidad. Claro que toda esta mezcla no es más que el marco en el que finalmente se va a gestar una aventura de la que florecerá una amistad de la forma más natural del mundo. El punto a favor de esta película es que Shunji Iwai consigue hacer llegar esta naturalidad con una sutileza admirable, no fuerza las situaciones, no se decanta por la sensiblería, el secreto está en saber mostrar los detalles, saber llegar al corazón del espectador sin que sepa realmente cómo lo ha conseguido. Saber mostrar la naturalidad de la vida como lo hace Iwai en esta película no debe ser nada fácil y está al alcance de pocos. Y la prueba está en que el mundo del cine está lleno de direcciones pretenciosas, que es todo lo contrario a lo que ocurre con esta película.
Dir. Shunji Iwai
“El caso de Hana y Alice” (Hana to Alice Satsujin Jike), precuela de una película del mismo director (Hana to Arisu, 2004), es la primera incursión de Shunji Iwai como director en el terreno del largometraje de animación. Siendo Iwai un director centrado en realización de películas con actores reales, aunque ya había realizado una serie de cortos animados, su incursión en la animación está justificada por su deseo de que en la película participaran las mismas protagonistas que en su exitosa película del 2004 y no solo utilizando sus voces. Siendo evidente que las protagonistas tienen once años más y que no es posible hacer una precuela con personas ya adultas vestidas como estudiantes de secundaria, el director decide utilizar la técnica de la rotoscopia para dibujar sus personajes animados sobre actores reales. También pinta los fondos y escenarios utilizando un acabado de acuarela que queda genial. Cuando experimenta y hace encuadres complicados, con sus consiguientes movimientos de cámara, utiliza el ordenador y hay varios momentos en que se nota. El resultado de la rotoscopia con los personajes humanos y objetos que se mueven no es del todo satisfactorio (siempre en mi opinión) en algunos aspectos. Sí es verdad que consigue que los movimientos humanos (andar, correr, saltar,…) resulten como muy naturales, pero la gestualidad de los rostros pierde mucho. No obstante esta película tiene una cierta peculiaridad en las caras y los gestos que, una vez aceptada, resulta incluso agradable. (No es muy habitual la utilización de esta técnica de la rostoscopia para absolutamente toda la animación de un producto, últimamente recuerdo la interesante serie del año 2013 de Hiroshi Nagahama, “Aku no Hana” (Flowers of evil) que sí que conseguía una mejor animación de los rostros en primeros planos).
Dejando a un lado el asunto de la animación, lo que hace buena esta película es ver cómo consigue Iwai captar la idea del nacimiento de la amistad entre dos adolescentes. No suelo acercarme mucho a productos que, aparentemente y desde lejos, parecen claramente encaminados a una demografía tan concreta como la adolescencia femenina (Shōjo). Es muy habitual la separación del anime en multitud de géneros y es muy útil para poder elegir más fácilmente entre una multitud de productos. Ciertamente es un criterio por el cual habría cometido un gran error con esta película. En el film de 2004 el punto de partida es que Hana y Alice ya son amigas inseparables; en esta precuela, “El caso de Hana y Alice” nos cuenta el nacimiento de esta amistad a través de, una vez más, una historia del género “vida escolar” tan prolífico en películas y anime. Iwai, que también firma el guion, tiene muy claro qué es lo que quiere contar y cómo lo va a contar. Son adolescentes que se comportan como tales y la película da una sensación de verosimilitud para estos personajes inmersos en una historia que mezcla con acierto la intriga, la comedia, la vida urbana y la cotidianeidad. Claro que toda esta mezcla no es más que el marco en el que finalmente se va a gestar una aventura de la que florecerá una amistad de la forma más natural del mundo. El punto a favor de esta película es que Shunji Iwai consigue hacer llegar esta naturalidad con una sutileza admirable, no fuerza las situaciones, no se decanta por la sensiblería, el secreto está en saber mostrar los detalles, saber llegar al corazón del espectador sin que sepa realmente cómo lo ha conseguido. Saber mostrar la naturalidad de la vida como lo hace Iwai en esta película no debe ser nada fácil y está al alcance de pocos. Y la prueba está en que el mundo del cine está lleno de direcciones pretenciosas, que es todo lo contrario a lo que ocurre con esta película.
7/10 - Buena
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Re-Animator (1985)
Dir.: Stuart Gordon
Entre 1921 y 1922 H. P. Lovecraft publicó un relato corto de terror en seis capítulos titulado “Herbert West: Reanimador”. En estos capítulos se relatan las “aventuras” del narrador del cuento y del doctor West reanimando cadáveres gracias a un suero ideado por el doctor. Basándose en este relato corto, en 1985, se nos presenta “Re-Animator”, una película que tuvo mucho éxito por entonces tanto en cines como, y sobre todo, en el videoclub. Una carátula más que atrayente y el nombre de Lovecraft en la misma era más que suficiente para agarrar la cinta de las estanterías. Y más de una vez, porque la combinación de terror, mucho gore, la chica con muy poca ropa o ninguna y un humor bastante negro la hacían película perfecta para alquilar para una sesión doble de sábado noche invernal.
No nos engañemos, la película toma muy poco del relato original de
Lovecraft aparte del nombre de algunos protagonistas o el guiño a la
Universidad de Miskatonic (es la primera vez que aparece este nombre
ficticio en un relato de Lovecraft). Se trataría más que nada, sospecho,
de poner el nombre del escritor de Providence en los créditos y
posters con el objeto de atraer más público. También se puede decir,
quizás, que la narcisista personalidad del doctor West está inspirada en
el relato, o el asunto del cadáver decapitado (solo la idea, claro) que
también utilizó Lovecraft en los dos últimos capítulos de su relato,
pero lo cierto es que la historia que se cuenta en Re-Animator es muy
simple, la verdad.
Vista hoy día, Re-Animator solo envejece mal por algún aspecto “cutre”, pero en general mantiene su gracia. Eso sí, terror poco. Y ello a pesar de que en su tiempo recuerdo que la película sí que me causó repelús. Cosas de la edad. No es una película larga (la primera versión, porque hay por ahí una copia de 105 minutos) y lo mejor que se puede decir es que no aburre. No hace falta pensar mucho, que todo es muy loco y mantiene fresco un humor bastante negro. Incluso cuando no lo pretende porque hay una escena con un gato negro atacando al doctor West que es descojonante. Los créditos iniciales son bastante buenos aunque molesta especialmente el plagio consciente que hizo el autor de la música de esta película al tema principal de Bernard Hermann para Psicosis (1960).
Después vino “La novia de Re-Animator”. Creo que esa es mejor no revisitarla…. O sí, ya veremos.
6/10 - Interesante
Vista hoy día, Re-Animator solo envejece mal por algún aspecto “cutre”, pero en general mantiene su gracia. Eso sí, terror poco. Y ello a pesar de que en su tiempo recuerdo que la película sí que me causó repelús. Cosas de la edad. No es una película larga (la primera versión, porque hay por ahí una copia de 105 minutos) y lo mejor que se puede decir es que no aburre. No hace falta pensar mucho, que todo es muy loco y mantiene fresco un humor bastante negro. Incluso cuando no lo pretende porque hay una escena con un gato negro atacando al doctor West que es descojonante. Los créditos iniciales son bastante buenos aunque molesta especialmente el plagio consciente que hizo el autor de la música de esta película al tema principal de Bernard Hermann para Psicosis (1960).
Después vino “La novia de Re-Animator”. Creo que esa es mejor no revisitarla…. O sí, ya veremos.
6/10 - Interesante
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Constantine (2005)
Dir. Francis Lawrence
Pues empieza bien, Keanu Reeves es como es y está más que aceptado en su idiosincracia. Aquí parece que se ha salido del plató de Matrix, se ha pasado por el de Blade a coger unas pistolas y se ha metido en Constantine a cazar demonios. Y todo ello sin cambiar el gesto.
La película resulta entretenida, tiene buenos efectos, los personajes
que ayudan a Constantine están bien casi todos y sale Rachel Weisz, ¿qué
más se puede pedir? Pues quizas cabría preguntarse para qué está Shia
LaBeouf, que aparce y desaparece en la película como el Guadiana, o
también qué es lo que se tomó Peter Stormare antes de aparecer por aquí.
Aunque estos no dejan de ser más que un par de detalles porque lo que
verdaderamente hay que preguntar es porqué casi todas las películas
sobre advenimientos de demonios tienen siempre el mismo guion y terminan
igual, con sacrificios y tracas del mismo calibre. Mismamente se me
viene ahora a la memoria El fin de los días. Aquella sí que tenía
traca y no solo al final, como correspondía a una peli del Chuache de
aquellos días.
5/10 - Pasable
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Recuerda, amigo lector, que estas reseñas están basadas única y exclusivamente en mi opinión y gusto personal que puede, o no, coincidir con la del resto de los mortales. -