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Entre los años 2017 y 2018 la productora Toho ha retomado a su monstruo de cabecera, Godzilla, para producir una historia a través de tres largometrajes anime. Sus directores, Kobun Shizuno, Hiroyuki Seshita. En esta entrada recojo las tres reseñas que de estas películas he realizado.
Godzilla: el planeta de los monstruos (2017)
Dir. Kobun Shizuno, Hiroyuki Seshita
En
el año 2016 la productora Toho retomó su franquicia por excelencia
después de un parón de doce años que tuvo lugar, seguramente, porque
Godzilla: Final Wars (2004) dirigida por Ryuhei Kitamura, película
conmemorativa del cincuenta aniversario de la primera aparición del
monstruo, fue una ida de olla importante. Tan fue así que para la
película del 2016, Shin Gojira, se planteó directamente un reboot de la
primera película. La dirigió Hideaki Anno (Evangelion) y Shinji Higuchi
(Ataque a los Titanes, con actores reales) y el resultado fue bastante
interesante.
A la espera de una continuación de la saga
así reiniciada, la Toho planteó también el desarrollo de otra historia
sobre Godzilla en versión animada, delegando las tareas de animación a
la productora Polygon Pictures. Supongo que esto es así pues es la Toho
la que tiene los derechos sobre su criatura. Para no interferir en la
nueva línea de tiempo la historia que se cuenta en la versión animada
tiene lugar, nada más y nada menos, que veinte mil años en el futuro,
tal como se dice muy pronto en la película. La historia no finaliza en
un solo film, pues hay previstos otros dos a estrenar a lo largo del año
2018.
Polygon Pictures es una productora que anima sus
películas exclusivamente con utilización de cgi, incluyendo los
personajes. Se nota, pero no molesta porque poco a poco van consiguiendo
acercarse, en lo referente a los rostros y las expresiones, a la
animación tradicional. Se acercan, pero no llegan aún, los personajes
hablando son demasiado estáticos e inexpresivos. Todo lo demás, la
parafernalia de trajes espaciales, armas, naves y mechas viene casi
heredado, porque es muy parecido, de otras producciones anteriores del
estudio donde también han participado los directores de la película,
Kobun Shizuno y Hiroyuki Seshita. Me refiero concretamente a Blame!
(2017) dirigida por Seshita, y a la serie Knights of Sidonia (2014-15)
dirigida por Shizuno. Muy poca queja puede haber en esta película sobre
las escenas espaciales y la cinemáticas de las naves y objetos voladores
en batalla.
Pero la influencia de Knights of Sidona
en esta trilogía animada sobre Godzilla va mucho más allá de la casi
copia del diseño artístico. Al menos por lo que se ha podido ver en esta
primera película pues la estructura de la historia es la misma, desde
la configuración de la nave terrestre, sus habitantes, a la motivación
de la lucha que llevan a cabo como últmos representantes de la
humanidad. Es un problema porque originalidad se ve poca y los diseños
son los mismos. Por otra parte los ratos de cháchara, repetitiva e
insustancial, son importantes. Godzilla tarda mucho en aparecer y la
película tarda muchísimo en arrancar después de los diez minutos
introductorios y explicativos de la situación. Se están tomando su
tiempo porque hay que rellenar tres películas pero, por ahora, esto
parece un Knigths of Sidonia cambiando los a Gauna por Godzilla y sus
derivados. Veremos como sigue.
5/10 - Pasable
Godzilla: City on the Edge of Battle (Gojira: kessen kidô zôshoku toshi , 2018)
Dir.: Hiroyuki Seshita, Kobun Shizuno
Segunda
entrega (de un total de tres) de esta nueva aproximación de Hiroyuki
Seshita y Kobun Shizuno al monstruo atómico. El recuento histórico hace
de esta la película nº 31 que la productora Toho plantea sobre el kaiju,
aunque cediendo en este caso el trabajo a Polygon Pictures, que es
donde estos dos directores están desarrollando sus trabajos hasta ahora.
Todo esto ya fue, más o menos, contado en la reseña de la primera
película,
incluyendo las características de la historia que se cuenta, adelantada
20000 años en el futuro.
La primera película, es
decir, la primera entrega, es simplemente pasable. Me encomendaba allí a
un mejor desarrollo de la historia en sus continuaciones pero la cosa
no ha mejorado nada, ha ido a peor. Después de dos películas el asunto
más me parece como si se hubiera pensado en una serie de 10 episodios
pero que al fina estosl han quedado repartidos en tres películas. Y como
suele ocurrir en casi todas las series, su parte central suele ser el
peor tramo, la parte aburrida donde no ocurre prácticamente nada. Pues
así es, en esta segunda parte no ocurre nada relevante, puro relleno.
Eso sí, lo que aquí se cuenta, la ida de olla, es cada vez más
importante. Tanto que casi todo da igual.
Me quedo
corto al indicar que la primera hora de película es una cháchara
interminable con profusión de lenguaje pseudocientífico y filosofía
existencial. En la primera parte no paraban de hablar, y aquí siguen y
siguen y no paran. En el título aparece el nombre de Godzilla, pero casi
da igual pues el monstruo, que es lo que verdaderamente importa, no
aparece hasta bien pasada la hora de metraje. Asunto aparte es el de la
animación. Ya sabemos que el estudio Polygon Pictures, y más
concretamente los dos directores, han realizado sus películas y series
enteramente por ordenador. Cuando buena parte de la historia ocurre en
el espacio, como en la primera parte, e incluso en Blame!, o en la
serie Knights of Sidonia la animación no quedaba mal, tolerable para los
personajes humanos. Sin embargo aquí parece que han bajado el nivel y
las costuras se notan mucho más pues todo parece demasiado rígido y
estático. Por otra parte, me ratifico en que prácticamente esta serie de
películas es una especie de Knights of Sidonia pero cambiando a los
Gauna por Godzilla.
La próxima entrega vendrá este
mismo año. Como la distribuidora es Netflix la veremos pronto porque,
aunque sea por un afán “completista”, habrá que verla, pero las
expectativas han pegado un gran bajonazo. Encima, ¡o sorpresa! ¡Vuelve
King Ghidorah!, que no sabemos qué habrá estado haciendo estos veinte
mil años. Ya veremos.
Hay una gran diferencia entre las
malas películas de Godzilla, que las hay muchas pero, aun siendo malas,
gustan porque no te aburren. El camino que ha tomado esta versión
animada del kaiju de la Toho es, precisamente, el de aburrir.
3/10 - Floja
Godzilla: The Planet Eater (Gojira: hoshi wo kû mono, 2018)
Dir.: Hiroyuki Seshita, Kobun Shizuno
Tradicionalmente es conocido que Godzilla es un monstruo atómico de
naturaleza tranquila, muy destructivo pero tranquilo. Si alguien tiene
narices a terminar esta película lo podrá comprobar. El póster que se
muestra parece un poco optimista.
Bromas aparte, “Godzilla: The Planet Eater” es la tercera entrega de
Hiroyuki Seshita y Kobun Shizuno para las andanzas del monstruo atómico
20000 años en el futuro de la humanidad. La película dura unos 90
minutos, tiene unos 70 de cháchara interminable, tremendamente aburrida
mezcla de filosofía con teología, dioses y cosas de esas. Entre medias
lo que importa, Godzilla, pues abre un ojo, bosteza, y cuando viene
Ghidorah pues lanza su aliento atómico. Luego más cháchara, controles
mentales, …., Godzilla que tiene problemas, más cháchara, etc.
No merece la pena seguir, en la segunda entrega ya se intuía que la trilogía no iba por buen camino y aquí definitivamente se confirma. Solo el afán por completar la historia me ha llevado a terminar, pero lo cierto es que la pérdida de tiempo ha sido más que notable. Las películas de Godzilla, muchas de ellas, son malas o muy malas, pero no aburridas, casi ninguna. Estas tres entregas, sobre todo las dos últimas, sí que son muy aburridas. Gracias a Dios, se han terminado.
Por seguir con el recuento, ésta es la película nº 32 de la productora Toho sobre su monstruo atómico. Los americanos van a meter mano este 2019, pero estas películas yankis no cuentan en el recuento, estén bien o no. Solo espero que la productora japonesa retome el remake que Hideaki Anno y Shinji Higuchi realizaron en 2016, Shin Gojira, que no estuvo nada mal. Era el rejuvenecimiento de la historia en el presente, seguimos esperando la continuación.
3/10 - floja
No merece la pena seguir, en la segunda entrega ya se intuía que la trilogía no iba por buen camino y aquí definitivamente se confirma. Solo el afán por completar la historia me ha llevado a terminar, pero lo cierto es que la pérdida de tiempo ha sido más que notable. Las películas de Godzilla, muchas de ellas, son malas o muy malas, pero no aburridas, casi ninguna. Estas tres entregas, sobre todo las dos últimas, sí que son muy aburridas. Gracias a Dios, se han terminado.
Por seguir con el recuento, ésta es la película nº 32 de la productora Toho sobre su monstruo atómico. Los americanos van a meter mano este 2019, pero estas películas yankis no cuentan en el recuento, estén bien o no. Solo espero que la productora japonesa retome el remake que Hideaki Anno y Shinji Higuchi realizaron en 2016, Shin Gojira, que no estuvo nada mal. Era el rejuvenecimiento de la historia en el presente, seguimos esperando la continuación.
3/10 - floja
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