jueves, 28 de mayo de 2015

Seis "match cut" excepcionales, y uno más.

Fecha estelar:-307594.7
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Aviso a navegantes: hay algún spoiler importante.

En el mundo de la edición cinematográfica, aunque es trasladable a otros ámbitos, existe un término que el castellano no ha sido capaz de generar: "match cut". Quizás en algunos casos el término "elipsis" fuera aplicable.
En una película se trata de un corte entre dos objetos diferentes, dos escenarios diferentes o dos composiciones diferentes en las que los dos planos, el inmediatamente anterior al corte y el inmediatamente posterior al mismo, coinciden gráficamente. Las motivaciones del corte (¿artísticas en cualquier caso?) van desde la influenciar en la continuidad y en el espectador hasta las metafóricas. Quizás se podría traducir al castellano, y esto es una opinión, por "corte emparejado" o "corte armonizado".

Es evidente que ejemplos de match cut los hay a miles. Pueden ir desde los burdos y muy poco sutiles de la propaganda política hasta los que son puro arte. Si repasamos los ejemplos de los match cut más relevantes, aquellos que se suelen poner como modelo cuando se quiere explicar en qué consite la técnica, encontraremos muy frecuentemente en primer lugar el que ocurre en 2001: una odisea del espacio cuando se pasa desde la primera parte de la película, la de los homínidos, a la segunda parte ya en el espacio.

Un hueso que parece un fémur es lanzado hacia arriba por la mano de un homínido, se eleva con un leve giro hasta que llega a su punto más alto, entonces empieza su caída hacia el suelo y, en ese momento, hay un corte hacia una nave espacial alargada moviéndose en la misma dirección en las cercanías de la Tierra. El hueso ha sido la primera arma utilizada por el ser humano y su moviento en el aire se corta con una nave espacial, una instalación muy avanzada tecnológicamente.










El segundo ejemplo quizás más mencionado de match cut es el que tiene lugar en Lawrence de Arabia (1962) de David Lean. El teniente británico T. E. Lawrence (Peter O. Toole) va a ser enviado en misión de exploración diplomática al desierto por el funcionario Mr. Dryden (Claude Rains). Finaliza la escena cuando Lawrence enciende un cigarrillo a Mr. Dryden, se queda con la cerilla en la mano, mira la llama amarilla y la apaga con un leve soplido. Inmediatamente aparece un amanecer naranja en el desierto y la aventura comienza.
Parece claro que David Lean tenía muy claro que quería hacer este corte y lo tenía muy planificado, o al menos me lo parece por lo que hace Peter O. Toole con la cerilla antes de mirarla.


Una postura poco normal para mantener la cerilla y acercarla a la cara





David Lean alarga la duración del plano, no tiene prisa, el Sol tiene que salir justo en su momento y a su ritmo


Al principio de Aliens (1986) tenemos a Ripley en hibernación dentro de la cápsula de salvamento de la Nostromo. Se nos muestra el rostro de Sigourney Weaver dormida y, en este caso no es un corte seco sino una transición, vemos como la línea del rostro va desapareciendo mientras aparece superpuesta la curva de la Tierra.








La transición por superposición de planos, no un corte limpio, también tiene lugar en el match cut que Orson Welles nos presenta al inicio de Ciudadano Kane (1941). La película empieza con una serie de planos que nos muestran los escenarios arruinados de la mansión de Charles Foster Kane, pero en todos ellos hay un punto luminoso en común, la ventana iluminada más alta de la mansión donde se encuentra en ese momento Kane. En un caso llega, incluso, a mostrar dicha ventana iluminada como el reflejo de un estanque de agua. Finalmente se nos muestra la ventana y la luz se apaga..... el imperio se desmorona.










Para finalizar esta entrada, dos match cut (en realidad tres) del gran Alfred Hitchcock. El primero en Psicosis (1960), en su escena más famosa. Cuando Norman Bates (o su madre, que no está claro) termina de acuchillar a Marion Crane, cae muerta en la bañera. Vemos entonces como el agua y la sangre entran por el redondo desagüe de la bañera, a continuación el ojo sin vida de Marion (Janet Leigh). En este caso el los dos planos también se superponen, además con movimiento de giro: en el primero el giro del agua es en sentido opuesto a las agujas del reloj, mientras que el giro del ojo es en el sentido horario. La vida de Marion se cuela por un desagüe...










Los dos siguientes tienen lugar al final de Con la muerte en los talones (1959). Cuando ya todo se ha solucionado solo queda la peliaguda tarea de que Eve Kendall no caida por el precipicio del monte Rushmore (en realidad está filmada en un estudio). Nuestro héroe, Roger O. Thornhill, la sujeta del brazo y anima porque no va a caer al abismo. En el momento en que va a hizarla se corta la escena en seco para mostrar a los mismos personajes pero ahora Cary Grant ayuda a Eva Marie Saint a subir a la litera alta de un tren donde finalmente se produce el final feliz, sí ha podido aceptar que están juntos.









Inmediatamente viene el segundo match cut de la escena. Este es poco sutil, particularmente no me gusta lo que sugiere, me resulta innecesario sobre todo cuando el corte anterior había quedado de maravilla. Incluso para las versiónes más retorcidas de Alfredk Hitchcock, que las hay y muchas, me resulta demasiado vulgar.








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Recuerda, amigo lector, que esta entrada está basada única y exclusivamente en mi opinión y gusto personal que puede, o no, coincidir con la del resto de los mortales o de los inmortales que huellan el Universo.

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