martes, 24 de marzo de 2015

Interstellar. Referencias entre Nolan, Kubrick y Clarke

Fecha estelar: -307773.8
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Aviso para navegantes: hay spoilers por todos lados.




No cabe duda que Interstellar (2014), de Christopher Nolan, va a pasar a formar parte de mis principales películas de ciencia ficción seria. Es un peliculón con todas las letras, hace muchos años que no encontraba con algo nuevo y original que causara este nivel de fascinación. Desde luego esta atracción se debe en primer lugar a la historia que se cuenta, una historia que trasciende a las personas (aunque sean personas sus protagonistas) para narrar la evolución de la humanidad en su lucha contra su propia extinción y por la aventura de colonizar el espacio. Y es que el universo es muy vasto, tan vasto que trasciende al ser humano en el espacio y en el tiempo. Las distancias son inconmensurables y los años de vida de una persona no son más que "nanomigajas" de tiempo transcurrido o por transcurrir. Hay muchos relatos de ciencia ficción que tratan este tema, pero en Interstellar está muy clara la influencia de algunos de los principales relatos de Arthur C. Clarke, desde su Odisea Espacial pasando por Cita con Rama y Cánticos de la Lejana Tierra. Si a esto le unimos una factura técnica impecable, un ritmo perfecto y una música grandiosa que acompaña perfetamente a unas poderosísimas imágenes, el resultado es un film que por derecho propio tiene sitio en un pedestal.

Christopher Nolan no se ha cortado a la hora de reconocer que otra obra sublime como es 2001: una odisea del espacio (1968) de Stanley Kubrick ha sido una de las películas más influyentes a la hora de concebir y rodar Interstellar. ¡Y nosotros se lo agradecemos y  le admiramos por ello! 
Son múltiples las referencias y homenajes que Nolan hace a 2001 en Interstellar, tantas más cuantas más veces veas la película y nuevas descubras, ya sean premeditadas por el director o simplemente que el espectador quiere ver. Mi intención es recoger aquí algunas de ellas, pero no sin antes mencionar también otras influencias.
En primer lugar, reconocida de forma generalizada, Contact, la novela de Carl Sagan llevada al cine por Robert Zemeckis en 1997. La concepción de un viaje a través de un agujero de gusano es común a las dos historias pues no en vano fue el físico estadounidense Kip Stephen Thorne, gran amigo de Sagan, especialista en física gravitacional y astrofísica, el asesor de ambos proyectos. Pero, además de la física, hay otras cosas en común entre Interstellar y Contact, como esos mensajes que deben ser descifrados, o las reuniones espacio-temporales entre padres e hijas y sus aventuras que trascienden de lo personal hacia el destino de la humanidad. Por no mencionar la obvia, como es ver a Matthew McConaughey en las dos películas, pero, eso sí, con una gran diferencia interpretativa a favor de su último trabajo.

Para la primera parte de la película, la centrada en la situación de los protagonistas en la Tierra, es fácil reconocer otras películas o ilustraciones de grandes extensiones de terreno cultivado o valdío con una sola contrucción central. En mi memoria más inmediata surge en primer lugar Días del Cielo (1978) de Terrence Malick. Si bien allí eran grandes extensiones de trigo y aquí son de maíz (el trigo ha perecido a la plaga). La filmación de espacios abiertos de Malick fue lo primero que pensé al ver Interstellar.

Interstellar (2014)


Días del cielo (1978)


Pero vamos ahora con las múltiples referencias/influencias/homenajes/guiños al 2001 de Kubrick, así como al relato inicial de Clarke El Centinela, readaptado y ampliado después en lo que sería la saga de Odisea Espacial. (Una pequeña entrada sobre El Centinela-Monolito de la Luna en este mismo blog: TMA-1, Anomalía Magnética de Tycho nº 1).

Para empezar, el Monolito. No se puede negar la extraña forma monolítica, compacta y, en apariencia de una pieza, de los robots en Interstellar. Pero además, al final de la película en la nave-colonia vemos que los testimonios de las personas sobre cómo eran las condiciones en la Tierra se muestran a través de unos monolitos distribuídos por doquier.



¿Un monolito?

¿Un monolito?

Resulta curioso también que en las dos películas sean seres superiores que dominan el espacio-tiempo quienes decidan "ayudar" a los seres humanos en su desarrollo. En el caso de Interstellar colocando un agujero de gusano cerca de Saturno. En el caso de 2001 el último monolito es colocado en las cercanías de Júpiter. Pero en la película de Kubrick hay una diferencia con la novela de Clarke, que también coloca el monolito cerca de Saturno. Esa secuencia de acercamiento de la Discovery a Júpiter con el monolito flotando, esa secuencia de la Endurance navegando por los anillos de Saturno.....

Un monolito cerca de Júpiter previo a la aparición de la Discovery

La Endurance sobrevuela los anillos de Saturno

Además en estos viajes largos los astronautas hibernan, procedimiento que ha sido ampliamente utilizado en los viajes espaciales en la ciencia ficción, no solo en estas dos películas.

Hibernación tipo "momia"

Hibernación por inmersión en un líquido

La generación de "gravedad artificial" se consigue de la misma forma, que además es la más simple y sencilla desde el punto de vista físico. Si una nave gira, su movimiento es acelerado y el sistema es no inercial. Los habitantes de la nave notan una "fuerza ficticia" (para ellos una fuerza centrífuga) que les hace pegarse a las paredes. En este caso el guiño a 2001 habrá que atribuírselo a Hans Zimmer, porque en algunos momentos cuando vemos la Endurance empezar a girar, la música adquiere marcado un tono clásico que recuerda a la danza giratoria de las naves en 2001 al ritmo del vals del Danubio azul de Strauss.


Gira al ritmo de la música de Zimmer

Gira al ritmo del vals del Danibio azul

El sistema de comunicación con la Tierra se explica por sí solo.




Ahora vienen un par de guiños al HAL-9000 de 2001. La primera de ellas, mi preferida sin duda respecto de todas las referencias a 2001 que he podido encontrar o querido ver, es una línea de diálogo que mantienen el robot Tars y el protagonista Cooper cuando están saliendo de la Tierra en el cohete por fases.

Tars: Preparados para separación de primera etapa, ..... primera etapa.
Tars: ¿Todos bien? ¿suficientes esclavos para mi colonia de robots?
Doyle: Lo programaron con sentido del humor para que encajara mejor en su unidad. Creen que nos relaja.
Cooper: ¡Un robot gigante sarcástico! ¡qué gran idea!
Tars: Puedo encender una lucecita cuando esté bromeando, si quiere.
Cooper: Eso estaría bien.
Tars: Le ayudará a regresar a la nave cuando le haga salir despedido por la exclusa.

En ese instante Tars enciende la lucecita..

Tars con un negro sentido del humor

Ni que decir tiene la manera a la que Bowman vuelve a entrar en la Discovery. HAL no le abre la escotilla porque no quiere y tiene que utilizar la apertura manual de la misma con un salto entre las dos naves y espacio vacío de por medio.

HAL no puede controlar la apertura manual de la escotilla

Otra referencia, visual en este caso, al HAL de 2001 la encuentro en la sala de desactivación de la computadora y Bowman flotando mientras lo desactiva. En Interstellar es la librería vista de frente con los huecos de los libros caídos y, sobre todo, desde atrás, cuando Cooper está dentro del agujero negro, en el teseracto.


Desactivando a HAL
Una curiosidad sobre su última canción aquí



La transcendencia del ser humano en el acto final de 2001, que empieza cuando Bowman llega a la habitación que han recreado los seres extraterrestres, es un recurso que se utiliza en muchas películas de ciencia ficción. Al final todo es un viaje, una peripecia que lleva a la revelación al final de la película. Tal que así ocurre también en, por ejemplo, Encuentros en la tercera fase (1977), Prometheus (2012), Misión a Marte (2000), Contact (1997), Matrix reloaded y Matrix revolutions (2003) o en Snowpiercer (2013), etc, etc. Y, por supuesto, también en Interstellar, cuando Cooper entra en el agujero negro y en el teseracto.




Hay aquí un detalle que prefiero no considerar. Si, como dice Cooper, el teseracto es un lugar que los seres humanos del futuro, que dominan 5 dimensiones, han puesto ahí para que Cooper muestre a su hija las soluciones de las ecuaciones y así salvar a la humanidad, entonces existe la paradoja de ¿por qué existen estos seres humanos?. Hubiera sido mejor, en mi opinión, dejar la construcción del teseracto a otros seres extraterrestres diferentes de los humanos (como es el caso de 2001) pero preocupados por nuestra desaparición. Algo así como los seres del Continuum Q de Star Trek.

En cualquier caso, y por acabar con estas referencias al 2001 de Kubrick en Interstellar, el plano de Cooper cuando sale del agujero negro y aparece en las cercanías de Saturno se explica por sí solo.




Y para finalizar, otras dos referencias a A. C. Clarke. En el epílogo de la película Cooper despierta en una estación-colonia espacial cuyo diseño es muy similar a la descrita por Clarke en Cita con Rama. Es un diseño coherente con la generación de gravedad gracias al movimento circular y también se pudo ver en, por ejemplo, Elysyum (2013). Sin embargo, en mi caso, el primer recuerdo que tengo de una estación así pertenece a una ilustración de la Enciclopedia Sarpe de Astronomía que allá por el año 1982 coleccionaba por fascículos semanales siendo un chaval.


Ahora bien, ¿cómo continúa la historia? ¿qué pasará con la Humanidad?
Curiosamente el final de la película se puede considerar el punto de partida de Cánticos de la lejana Tierra, novela publicada por A. C. Clarke en 1986. La sinopsis del libro, en la contracubierta, plantea la situación de lo que está por llegar al final de Interstellar:

Llegaron a Thalassa en la Magallanes, la última astronave de la Tierra. Sus tripulantes, testigos de la destrucción del sistema solar, transportaban a los restos de la humanidad sumidos en el sueño de la hibernación. Aunque planeaban hacer tan sólo una escala de reabastecimiento en ese mundo oceánico antes de proseguir su travesía de quinientos años hasta su destino final, para su sorpresa encontraron que una de las sondas sembradoras enviadas por la Tierra en un desesperado intento de preservar la vida humana en la galaxia había conseguido fructificar, creando en Thalassa una civilización casi utópica. ¿Cómo afectará la llegada de la Magallanes, con su aura trágica, a la feliz sociedad thalassana? Y a pesar de la disciplina que gobierna su misión, ¿podrán los supervivientes de la Tierra evitar la tentación de terminar su viaje en aquel paraíso? 


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lunes, 9 de marzo de 2015

Tierras de penumbra y J. R. R. Tolkien

Fecha estelar: -307813.9
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Hasta la fecha, que yo recuerde, solo he podido ver a J. R. R. Tolkien como personaje en una película, Tierras de penumbra (Shadowlands) dirigida en 1993 por Richard Attenborough. 

Tierras de penumbra es un film muy notable que se centra en la relación entre el escritor C. S. Lewis y Helen Joy Davidman. Una historia muy triste y emotiva cuyo eje constructor se puede resumir con dos citas, para mí asoladoras, que el autor de Las Crónicas de Narnia dice en algún momento de la película:

Vivimos en una tierra de sombras
El sol siempre brilla en otro lugar

El dolor del mañana es parte de la felicidad de ahora. Ése es el trato.

Pero el motivo de esta entrada es la presencia de J. R. R. Tolkien en esta película. O más bien, una suposición de su presencia. Todo empezó cuando escuchando un podcast de Destino Arrakis, su número extra dedicado a comentar algunas películas románticas, su creador y conductor Manuel Callejo mencionaba que en Tierras de penumbra aparecía muy brevemente J. R. R. Tolkien. No recordaba yo este detalle por lo que se hacía necesario un visionado de la película de Attenborough. 

The Eagle and Child
Efectivamente, parece y estoy de acuerdo (aunque son conjeturas pues no he encontrado referencia alguna en los seis minutos que he dedicado a consultar en Internet) que Tolkien aparece fugazmente al principio de la película cuando C. S. Lewis, Tolkien y otros cuatro miembros de los Inklings se reúnen en la que se supone que es una recreación del rincón del pub Eagle and Child. Los Inklings eran un cenáculo literario, reuniones de académicos y escritores británicos con los mismos intereses, entusiastas de la literatura que impulsaban la escritura de fantasía. Vinculados a la Universidad de Oxford, en su mayoría tenían creencias cristianas y mantuvieron sus reuniones entre los primeros años 1930 hasta los 60. Fueron precisamente C. S. Lewis y J. R. R. Tolkien dos de los primeros miembros del club, allá por 1931.

El rincón del Eagle and Child donde se solían reunir los
Inklings. Este lugar se recrea muy bien en Tierras de penumbra
Los Inklings se solían reunir los jueves para cenar en las habitaciones de Lewis en el Magdalen College, pero también celebraban reuniones más informales normalmente los martes al medio día en el pub Eagle and Child de Oxford. Es una de esas reuniones informales la que se representa en una escena en Tierras de penumbra lo cual es ya de por sí una curiosidad para todos aquellos interesados en la vida de alguno de sus miembros, especialmente por mi parte, de Tolkien.

El actor que hipotéticamente representa a Tolkien ni siquiera está acreditado en el cast de la película (no aparece, desde luego, en IMDb y no he podido averiguar quién es). Sin embargo en dos momentos de la conversación que mantienen en la reunión, Lewis (Anthony Hopkins) le llama directamente “John”. Tampoco se puede dudar de la caracterización-parecido del actor con Tolkien, aunque se trata de una caracterización de un Tolkien que representa menos edad de la que tenía en los años de los hechos que se narran (inicio de los años 50).

Al fondo, Tolkien se presta a recoger unas cervezas para sus compañeros

La reunión se presta a dar cuenta de las birras. Tolkien sirve, C. S. Lewis (Anthony Hopkins) con pipa, a la derecha
de Tolkien está Christopher Riley (John Wood)



El "supuesto" Tolkien a la izquierda le hace un comentario divertido a Lewis

C. S. Lewis les explica que la entrada a Narnia a través de los abrigos de pieles en el armario es solo, solamente magia

C. S. Lewis se tiene que ir urgentemente. Es el final de la escena



Sin embargo, según he podido leer en este artículo de TheOneRing.net, uno de los personajes ficticios que está presente en la reunión de los Inklings que sí que tiene un papel relevante en la película, Christopher Riley (interpretado por John Wood), está basado libremente en Tolkien. Personalmente prefiero no pensar que Christopher Riley es Tolkien en Tierras de penumbra, aunque se pongan algunas de sus opiniones personales recogidas de sus escritos en su boca. Principalmente porque en la película el actor John Wood tiene un rol en cierto modo “antagonista-cotilla-altanero” respecto de la que sería esposa de Lewis, Helen Joy Davidman. Este tipo de actitud no me encaja en la personalidad de Tolkien tal como la he conocido hasta ahora.

En cualquier caso, es extraño. ¿Por qué siendo tan importante la relación de amistad (con altibajos) entre C. S. Lewis y J. R. R. Tolkien no aparece este último de una forma más concreta? ¿Por qué las “opiniones” de Tolkien se ponen en boca de un personaje ficticio? Se me antoja, aunque no tengo prueba alguna de ello, que se trata de algún problema de derechos de uso de la imagen de Tolkien. Si este fuera el caso (o no), me gusta pensar que la otra aparición no acreditada de J. R. R. Tolkien en la película es una especie de guiño del director.

Pero este no es el final, porque la figura de Tolkien no acaba en una única escena en la película. Hay otro guiño. Y este caso sí que me parece un buen detalle por parte de Richard Attenborough. En cierto momento de la película el hermano de Lewis, Warren H. Lewis, está arropando a Douglas, hijo de la esposa de Lewis fruto de una relación anterior. El chaval toma un libro para leer un poco en la cama y, aunque se ve muy difusamente en el fotograma que he podido capturar, se puede ver que es una edición de El Hobbit. La sobrecubierta es inconfundible.

Douglas se dispone a leer un capítulo de El Hobbit antes de dormir

Esa cubierta no puede ser de otro libro


El Hobbit




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