domingo, 28 de mayo de 2017

Cine, lo que vamos viendo. Tres reseñas (nº LXV)

Fecha estelar: -305594.8
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Películas reseñadas:

- Logan (2017)
- Killer Joe (2011)
- Vivir de noche (2016)


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Logan (2017)
Dir. James Mangold

De vez en cuando, aunque ciertamente es poco habitual, te encuentras con una película de superhéroes que sí te llama la atención y que merece de una mayor consideración. En mi caso, siendo que la mayoría de los comics de este tipo no me interesan lo más mínimo, el acercamiento a estas historias es estrictamente cinematográfico, lo cual debe ser una aclaración importante, una especie de aviso a navegantes que por lo visto hay que hacer siempre que se dé una opinión sobre una película de superhéroes no vaya a ser que se te minusvalore la susodicha porque normalmente no entra en la alabanza generalizada de estas películas.
Pero bueno, no es el caso de Logan, película que sin entrar en demasiados detalles y a pesar de que tiene sus faltas, me ha resultado buena. Mucho mejor, seguro, que cualquier película del universo Marvel editada bajo el sello Disney. El motivo es muy claro, cualquier alejamiento de la tontería, la banalidad y el chiste continuado, ya sea mientras jugamos al billar, mientras comemos o mientras salvamos al mundo luchando con el malvado de chichinabo de turno, eso sí, con acción sin sentido y sin descanso, todo muy bien hecho y recomendado para edades que van desde los niños de pecho hasta los 99 años, cualquier alejamiento de este cine siempre llamará mi atención. Por eso no hay muchas películas de superhéroes realizadas en este siglo que sean de mi agrado. Desde luego las dos primeras de la trilogía de Christopher Nolan pasan por aquí, y también Watchmen, pero mucho antes estaba “El protegido” de Shyamalan y ahora su última “Múltiple” o incluso la denostada Batman v. Superman. Poco más.
Lo que ayuda a que Logan sea buena es, como siempre, el acercamiento del héroe a lo terrenal. El tono crepuscular y, sobre todo, adulto de la película le hace ganar muchos enteros. Se opta para ello con darle un aire al cine de Peckinpah, que le sienta bastante bien. Aunque la historia no es que sea nada del otro jueves, permite montar una road movie pausada, sin necesidad de estar continuamente dándose ostias imposibles y con personajes que hablan, que tienen algo que contar y que, te interese más o menos, permite no solo su propio desarrollo sino también el ir conociendo poco a poco cómo es este futuro fronterizo del año 2029 en el que los mutantes están en franca decacencia. Desde luego, la calificación R de la película es más que necesaria para que la violencia se muestre tan cruda como debe ser y las personas suelten las imprecaciones que les vengan en gana que es lo más normal y terrenal. Las peleas están bien y no se suele abusar de lo imposible o increíble bajo las leyes de la física. Lo que es inevitable en estas películas es la “masa humana” muy bien pertrechada pero que no es más que carne de cañón, como si de stormtroopers se tratara.
En cualquier caso Logan también tiene algunos problemas. La historia general, no los detalles, ya ha sido contemplada en muchas películas anteriores lo cual la hace previsible respecto del destino de los personajes. Lo mejor de la película está en sus primeros dos tercios pues al final la película se vuelve más coral, rutinaria entre las películas de mutantes. Tampoco puede evitar un esbirro malo con brazo mecánico muy estereotipado, demasiado. Y ciertamente la película se sostiene en unas buenas interpretaciones de Hugh Jackman, Patrick Stewart y de la niña Dafne Keen. Eso sí, la niña está muy bien mientras no habla porque en versión original tiene un tono augudo de voz que (son cosas mías) no pega para nada con el personaje.
¿Es posible que sea Shane (Raíces profundas, 1956) una de las películas más influyentes y/o referenciadas en el cine?

7/10 - Buena


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Killer Joe (2011)
Dir. William Friedkin

Cualquier crítica o reseña de una película de William Friedkin irá acompañada, casi siempre, de una mención a las que son sus dos mejores películas, "El exorcista" (1973) y, sobre todo, "The French Connection" (1971). Lo que pasa es que ya ha llovido mucho desde entonces, resultando que cuesta encontrar alguna otra película buena de este director.
Puede ser que dada su edad, "Killer Joe" sea el último trabajo del director. Ante tal circunstancia, parece como si el sr. Friedkin hubiera decidido finalizar a lo grande. A lo grande en sordidez y mal gusto. Será que la vida, o los humanos, somos así.
El caso es que la película tiene sus cosas buenas que pasan, desde luego, por el retrato del paletismo tejano. Más bien parece una crítica en tono de comedia negra para con la violencia familiar como consecuencia de la ignorancia, la simpleza y la depravación. Es como una especie de Fargo pero con la idiosincrasia de la gente del sur, de esos tejanos acostumbrados a llevar una vida semidesnuda en un parking de caravanas y que suelen pasear por abandonadas instalaciones industriales y arrabales ruinosos. Y con una sensación de malsanidad bien mostrada, incluyendo al propio Killer Joe que no parece trigo limpio dentro del estándar del "asesino a sueldo escrupuloso con su trabajo".
Es mientras se presenta a los personajes cuando te encuentras lo mejor de la película porque cuando toca entrar en el desarrollo del planteamiento de partida la la cosa deriva hacia unas acciones que resultan excesivamente forzadas y poco convincentes. Pero bueno, ahí vas, aguantando poco a poco mientras la película avanza hasta llegar a una larga escena final que parece que promete pero que el director se carga con un sin sentido, otro más, en forma de muslo de pollo al kentucky y que consique que, ciertamente, la película resulte inolvidable.
4/10 - Regular

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Vivir de noche (2016)
Dir.: Ben Affleck

Cuarto largometraje de Ben Affleck para un guion adaptado por él mismo de una novela de Dennis Lehane. El control de Affleck en la película es absoluto porque además es el productor y también se reserva el papel principal. Pues en este caso algo ha fallado y puede ser que sea como consecuencia de este absolutismo.
Pero el fallo no es, desde luego, por su puesta en escena, ni porque se escatime en la ambientación de los años veinte, sobre todo mientras se encuentran en Boston, ni tampoco porque esté mal rodada, que Affleck sabe dónde poner la cámara y cómo moverla, que ya ha demostrado en sus trabajos anteriores que buen director sí que lo es. Por destacar también, la película tiene dos escenas importantes que son de lo mejor, una muestra de que Affleck conoce la técnica: un largo tiroteo en una mansión y una persecución con coches de los años veinte que no ha debido ser fácil de rodar pero que ha quedado muy bien resuelta. Son escenas que te sacan del tedio que resulta en general la historia que se cuenta. Porque ése es uno de los escollos de la película, el poco nervio que hay en la historia que transcurre monótonamente por caminos poco originales.
Ahora bien, por poco original que sea la historia que se presenta, el resultado aún puede quedar más que digno si se aporta ritmo narrativo y si se elige a actores cuya sola presencia de empaque a la película. Así ocurre con Brendan Gleeson, aunque su presencia es bastante corta, o también con un Chris Cooper muy desaprovechado. Pero no ocurre con el papel principal, el otro escollo que es ver como el propio Ben Affleck se asigna el rol. El error de casting que se comete es más que evidente y el absolutismo de la producción puede que no fuera capaz de hacerle ver el traspié que podría dar y que, de hecho, da. La languidez de una interpretación plana solo contribuye a que el aburrimiento se apodere del espectador. Ciertamente su actuación en sus dos películas anteriores tampoco es que fuera muy diferente, pero sus limitaciones como actor se diluían en la adecuación de sus limitados registros a las características de su personaje y a la fortaleza e interés de las historias que desarrollaba. En el caso de “Viviv de noche” esta circunstancia no ocurre y el resultado es una historia muy bien empacada aunque no excesivamente original y que no consigue captar la atención por culpa del ritmo que se imprime y por una insípida actuación a la que no consigo captar los matices (ironía off).
5/10 - Pasable








Nº de películas reseñadas en el blog: 275
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Recuerda, amigo lector, que estas reseñas están basadas única y exclusivamente en mi opinión y gusto personal que puede, o no, coincidir con la del resto de los mortales.





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lunes, 15 de mayo de 2017

Cine, lo que vamos viendo. Tres reseñas (nº LXIV)

Fecha estelar:-305630.6
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Películas reseñadas:

- Hasta el último hombre (2016)
- Hentai Kamen (2013)
- Múltiple (2016)


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Hasta el último hombre (2016)
Dir. Mel Gibson

Diez años han pasado desde que Mel Gibson dirigiera “Apocalypto”, una película con todas las letras, para dirigir ahora “Hasta el último hombre”. Viendo el resultado uno no puede más que lamentarse de que este señor no haya podido rodar más porque, de cinco películas que ha dirigido desde “El hombre sin rostro” en el año 1993, todas son, excepto esa ópera prima que la recuerdo normalita, películas muy buenas y consecuentes con el estilo propio que el director tiene para con el tipo de historia que quiere contar y para la forma que tiene de rodar y mostrar la violencia.
En este caso, la batalla de la isla de Okinawa se muestra de manera apabullante, con una fuerza que estremece. Excesivo dirán algunos y la compararán con “Salvar al soldado Ryan” como si fueran películas que hubiera que confrontar. Puestos a ello, en mi opinión, el desembarco en Normandía de Spielberg es superior desde el punto de vista cinematográfico, tiene más técnica y el resultado se nota. Por el contrario, y aunque técnicamente también es irreprochable, esta conquista de la cresta Hacksaw es mucho más salvaje, visualmente brutal y espantosa, de una visceralidad difícil de ver y, seguramente, más cercana a una batalla real de la segunda guerra mundial. (En la batalla de Okinawa, que duró tres meses, murieron casi más de 20000 americanos, unos 12500 en acción directa, y entre 77000 y 110000 japoneses. La estimación respecto de civiles muertos es muy dispar aunque bien pudieron ser más de 100000).
La película de Gibson tiene un nervio y un brío espectacular, pero solo a partir de la primera hora. Es necesario un desarrollo de personajes y para eso está la primera hora que parece más rutinaria. Es una historia que, en cierto modo, ya fue tratada en “La gran prueba” (1956) de William Wyler y, sobre todo, en “El sargento York” de Howard Hawks. Ahora bien, hay un momento en que Gibson va a lo que le interesa y entonces ya se detiene poco en caminos secundarios. De hecho hay un personaje de la familia de cuatro miembros del que la película se desentiende porque el interés está muy centrado en el propio protagonista y su historia dentro de este marco bélico.
En esta película, claramente estructurada en tres partes aunque la última ocupe casi la mitad, la historia elegida por Gibson forma parte también de ese camino común que el director ha tomado en sus anteriores películas que pasa por el poder de las convicciones del uno, de la individualidad y la moralidad de la persona respecto de su familia, de su entorno o de su religión por encima de todo, y enfrentarlas o ponerlas a prueba en situaciones de violencia extrema con resultados dispares según la película, resultados que han pasado por la insumisión, la resignación/aceptación, la venganza o la firmeza. Esta parte puede interesar más o menos, los detractores la tildarán de sermón moralizante, como supongo que de igual manera harán con el trasfondo de la historia que se cuenta en “Salvar al soldado Ryan”, que también tiene lo suyo. Es un problema querer mostrar tu disconformidad con las acciones de un personaje y a partir de ese punto menospreciar el producto porque no se ajusta a tu visión del mundo. Por mi parte, considero la historia como interesante, sujeta al hecho de que está basada en hechos reales pero que no deja de tener el marchamo propio del director respecto a lo que pretende. Es curioso que en el mismo año Andrew Garfield haya rodado también un peliculón como es “El silencio” de Scorsese, es curioso que en las dos películas exista una escena en la que su personaje necesita de la revelación de Dios. (La película de Scorsese es extraordinaria)
Por poner un par de peros, que no pasan precisamente por las dos primeras partes de la película pues son necesarias para el desarrollo de la historia del protagonista: todos los actores, empezando por el propio Andrew Garfield, están muy bien aunque hay un cierto desentone en el caso de Vince Vaughn cuyo personaje que me cuesta creer. Ahora bien, pocas escenas tiene el señor Elrond Medio-Elfo (Hugo Weaving), pero se los come a todos. También es cierto que buena parte de lo que se ve durante la fase de instrucción es más rutinario aunque tiene interés por las peculiaridades del soldado Doss. Esta parte parece una especie de preludio de escenas heroicas que debemos ver después, es decir, la película es previsible respecto de que sabes qué algunos hechos van a ocurrir, incluso es necesario poner al soldado Doss enfrente de un japonés, tiene que ocurrir. Lo que pasa es que…., bien, vale, lo sabes; pero no te esperas que Gibson te lo muestre con la crudeza, el tremendismo y la fuerza en como lo hace.
8/10 - Notable

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HK: Hentai Kamen (2013)
Dir. Yûichi Fukuda

Kyosuke es un estudiante de secundaria con una existencia típicamente patética. Es hijo de una dominatrix de histrionismo desatado y de un policía incorrupto que solo sucumbió por los latigazos de la dominatrix. Pero la patética vida de Kyosuke sufre un cambio cuando para salvar a su amada Aiko se coloca unas bragas usadas en la cabeza. Ha nacido un nuevo superhéroe.
Es conveniente saber un poco sobre qué trata la película para evitar sorpresas y que el WTF! histórico que se pueda soltar no se oiga en casa del vecino.
Basado en un manga de seis volúmenes publicado entre 1992-93, este live-action es una película mala. Y no es solo por la falta de presupuesto pues precisamente no es motivo de queja ya que utilizan unos maquillajes que redundan en el cachondeo general que es la película. Ahora bien, si eres capaz de superar la vergüenza ajena, en la película puedes encontrarte con unos golpes buenísimos que a buen seguro te sacaran una carcajada, sobre todo en su primer tercio. Eso sí, hay que tener un cierto grado de comprensión o conocimiento sobre las típicas perversiones de los japoneses o sobre los arquetipos del manga y del anime de "vida escolar" de los que aquí no paran de cachondearse.
Y el cachondeo empieza ya desde el principio, con unos títulos de crédito que copian descaradamente a los de las películas Marvel. Pero, una vez pasado el buen primer tercio de película la cosa empieza a decaer aunque tiene algún esporádico repunte como es la aparición de los cuatro asesinos por el colegio o las disquisiciones que tienen Hentai Kamen y el falso Hentai Kamen en una terraza. Todo puro cachondeo a la japonesa. El querido Chicho Terremoto se quedaría muy corto aquí, aunque, en cierto modo, también tiene su homenaje.
En fin, una película muy mala que por esas continuas referencias mencionadas sube el listón a floja. Eso sí, con verdaderos momentos de auténtica vergüenza ajena occidental que hay que supear. El caso es que me están entrando ganas de ver la segunda parte estrenada en el 2016.
3/10 - Floja

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Múltiple (2016)
Dir. M. Night Shyamalan

Hay dos formas de considerar la última película de Shyamalan: sin el epílogo que es su escena final o teniéndolo en cuenta.
Sin mencionar nada más que lo que aparece en la sinopsis general del film, desde el primer punto de vista el resultado es solamente un interesante thriller de secuestros y personaje con personalidad múltiple que se sustenta básicamente en la interpretación de James McAvoy y en la habilidad como director de Shyamalan a la hora de crear tensión de prácticamente nada, jugando con la información que da o muestra al espectador al más puro estilo de Alfred Hitchcock. Incluso no falta el cameo del propio director aunque bien es cierto que los cameos de Shyamalan son más activos que los que hacía Hitchcock.
Necesita Shyamalan de explicar un poco lo que está ocurriendo y ésa es, quizás, la labor que se plantea para el personaje de la psiquiatra, pero esta es la parte por donde el film flojea en cuestión de ritmo. También me parece que un par de adolescentes sobran, que la actuación de Anya Taylor-Joy es más que solvente en comparación con sus compañeras. Pero bueno, en cualquier caso la película tiene su punto álgido a los dos tercios de film y luego se pierde demasiado en la deriva que tiene en al final.
Ahora bien, si se tiene en cuenta la escena final, el epílogo, todo cambia y la película sube muchos enteros y la deriva final es perfecta. Lo que pasa es que para ello hay que conocer bien la filmografía del director. ¡Puñetero Shyamalan! ¡Has jugado con nosotros otra vez y has ganado!

Atención: Spoiler a partir de aquí. ¡No siga leyendo si no ha visto la película!
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Y el caso es que, ¡puñetero Shyamalan!, nos estabas mostrando todo lo que ocurre desde el principio. No hay más que ver los posters oficiales de El protegido y de Múltiple y atender a las traducciones reales de los títulos oficiales.
No soy persona tan perspicaz, que lo anterior se lo he leído al usuario 0Gilthas0 en FilmAffinity. ¡Y tiene toda la razón!
Estas películas de Shyamalan con final inesperado tienen fecha de caducidad respecto de la sorpresa, caducan después del primer visionado. Pero, qué buena es la sensación ante la sorpresa que recibes en esta película cuando consideras que El protegido es de lo mejor de Shyamalan. Ahora ya solo queda esperar nuevos acontecimientos. Espero que no haya que esperar otros dieciséis años!
7/10 - Buena



Nº de películas reseñadas en el blog: 272
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martes, 9 de mayo de 2017

Cine, lo que vamos viendo. Cuatro reseñas (nº LXIII)

Fecha estelar:-305647.0
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Películas reseñadas:

- El contable (2016)
- Lazos de guerra (2004)
- El gran silencio (2005)
- Shin Gojira (2016)



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El contable (2016)
Dir. Gavin O'Connor

Hay que poner mucho de tu parte para que esta película resulte interesante o incluso buena. Ahora bien, si aceptas la premisa de partida y la deriva que se desarrolla después, a pesar de la torpeza del guion que pretende dar sorpresas pero que es tan torpe que no da ninguna, la película resulta un entretenido thriller que va derivando poco a poco hacia un rutinario film de acción.

Es más, es muy conveniente tomarse todo esto (por loca que la idea pueda parecer) como si de un film de mutantes se tratara, a lo X-men con un autista genio de las matemáticas que reparte ostias como panes. Vista así gana mucho más y no piensas en la ligereza con que se trata el tema del autismo, más concretamente el de su “control y tratamiento” a base de disciplina militar, que este asunto en la película casi que ofrece un tipo de lectura muy concreta y ya no estamos en los ochenta cuando existía mucha más libertad de la que hay ahora, subyugados como estamos por la dictadura de lo políticamente correcto.

Por otra parte, recae sobre Ben Affleck la responsabilidad de que la película no derive en la convencional película de acción. Y el caso es que se muestra más que solvente aunque se diga que poner cara palo, que es lo que necesita el personaje que interpreta, a Affleck no le debe costar. Pues no, es Ben Affleck quien sostiene la película para que quede, al menos, digna. En el polo opuesto está John Lithgow, no por el actor que es genial, sino por el papel que le han dado aquí, de vergüenza ajena en la última parte de la película.
6/10 - Interesante


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Lazos de guerra (TaeGukGi, 2004)
Dir. Kang Je-Gyu

Alabada película bélica coreana que particularmente me ha dejado bastante indiferente en base a que se le ven los mimbres de sus pretensiones desde el principio. Tal como muchos han mencionado, porque es cierto, es una especie de Salvar al soldado Ryan a la coreana para esta historia excesivamente larga de dos hermanos que son obligados a participar en la guerra de Corea desde su inicio, en 1950, justo cuando sabemos, porque se nos muestra, que forman parte de una especie de "happy family" que está saliendo adelante después de todas las dificultades. Y empezamos mal porque se ve perfectamente qué es lo que quiere el director, o mejor, pretende, lo que está sembrando en esta primera parte de la película a la que recurrirá despues para la recolección de emotividad a base a flashbacks posteriores.

Técnicamente está bien realizada y se nota que se han dejado pasta en extras, recreación y efectos, pero la película se alarga demasiado volviéndose muy repetitiva en las escenas bélicas de distancias cortas con poco avance de la historia, que son dos horas y media. El tremendismo que suele tener el cine coreano en las peleas cuerpo a cuerpo, alargado hasta el cansancio en ocasiones, no puede faltar aquí.

Al principio del conflicto, el primer año de guerra, la película se puede hacer interesante por mostrar este enfrentamiento desde el punto de vista de una de sus partes. Pero se profundiza muy poco en el conflicto más allá de indicar dónde se están produciendo los combates, las menciones de pasada a las intervenciones norteamericana y china y muy poco (algo hay y resulta maniqueísta) sobre una guerra entre las dos Coreas que son, esencialmente, el mismo pueblo. Nada de esto interesa demasiado al director, más pendiente de querer mostrar cómo la guerra transforma la personalidad de los protagonistas, el deterioro que produce y el sinsentido de la guerra. Eso sí, demasiadas alternativas se ven, alguna demadiado forzada, para que tengan lugar en solo un año.

El caso es que lo que se quiere contar, a mí, me aburre por cansancio y porque esta vez, por lo que sea, no consigue colarme la emotividad que quiere con tanto cliché, realce del dramatismo con elevación de la banda sonora y flashback de los buenos momentos a cámara lenta. Al más puro estilo del cine comercial americano.

5/10 - Pasable

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El gran silencio (2005)
Dir. Philip Gröning

Documental que se adentra en el monasterio que fue el primero de la orden de los cartujos, La Gran Cartuja, situada en la región del Ródano-Alpes a los pies de monte Grand Som.
No tiene una estructura narrativa clara más allá de querer mostrar el día a día de los monjes a lo largo de un año, que es lo único que queda claro, el paso de las estaciones.

Desde luego el documental resulta de lo más interesante si por tal se considera contemplar escenas cotidianas de la vida en un monasterio cartujo, una orden muy austera que dedica la vida monástica a la contemplación a través de la oración continua para llegar a un estado espiritual que aparece cuando se practica el silencio mental. La soledad es fundamental y para ello los cartujos se aíslan del mundo y de entre ellos mismos pasando muchas horas de oración diarias (hasta ocho he podido leer) en sus celdas individuales. Pero un monasterio también debe administrarse y la atención a los monjes, a las instalaciones, etc…, que para eso hay una estructura entre ellos entre los llamados padres y los llamados hermanos. Incluso la dificultad de llevar un silencio completo toda la vida se salva con algún momento semanal para el paseo con conversación fuera del convento durante unas horas o un momento anual también fuera del convento que dura todo el día. Parece que en el documental este último momento tiene lugar en las escenas de los monjes deslizando por la nieve.
¿Es posible saber todo lo anterior y otros muchos aspectos de la vida monástica de los cartujos, de su liturgia o del canto cartujano a partir del documental?

Al menos los cánticos sí se pueden escuchar pero la respuesta es, ciertamente, no. Y es el principal motivo de no tener una mayor consideración del film que, en mi opinión, solo se queda en interesante pues no soy persona versada en el tema. Lo que sí que ocurre es que el documental pica la curiosidad por tener un conocimiento más concreto de lo que se ha visto, porque lo que se dice didáctico, muy didáctico, el documental no lo es,..... ni lo pretende. Solo enseña lo que ocurre, en ocasiones como si se tratara de alguien que a los monjes espía o, en muchas ocasiones, procurando ser tan contemplativo como las escenas que muestra.Y es precisamente esta forma de mostrar que tiene el documental la puede ser un gran escollo dada su larga duración de más de dos horas y media. Así, al principio, todo resulta bastante fascinante para la vista interesada e ignota del tema. Ayuda, además, la belleza del lugar, el esfuerzo del cineasta por hacer encuadres interesantes, ceñirse a la iluminación natural o granular la película por la poca luz para conseguir un curioso efecto cuasi pictórico. Pero, llegando a la mitad del film, llegado el verano, todo lo que se ve y se está mostrando, todo se vuelve ya muy, muy repetitivo. Y se puede entender, porque la vida que llevan estos cartujos es lo que es y adentrarse en lo que sus mentes consiguen con la contemplación en su aislamiento no debe ser nada fácil, no es posible mostrar o ilustrar dado el formato elegido.

6/10 - Interesante
 
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Shin Gojira (2016)
Dir. Hideaki Anno, Shinji Higuchi

Desde que en 1954 la productora Toho estrenara Gojira (Godzilla, Japón bajo el terror del monstruo) hasta la fecha de hoy, son 29 las películas sobre el monstruo atómico que han dependido de dicha productora. Luego está “esa cosa” que hizo Roland Emmerich y también la interesante película de Gareth Edwards del año 2014. Pero en estas dos películas la Toho ni pinchó ni cortó. Y también está la versión americana de la película original que fue mutilada al eliminar cualquier referencia antinuclear, pero esa es otra historia.
No es fácil acceder a absolutamente todo el material pero, desde luego, en las 28 películas anteriores sobre Godzilla, clasificadas en tres series (Shōwa, Heisei y Millenium), se ha podido ver de todo. En general son películas que van desde malas a pasables pero que tienen su aquel, muchas son películas malas que molan. Pero cuando llegó el año 2004, en el cincuenta aniversario de la primera película, la ida de olla ya fue muy considerable. Tanto que han tenido que pasar doce años para que la productora retome al monstruo pero borrando definitivamente todo lo anterior. Porque Shin Gojira es un reboot de la película original que inicia una nueva serie, que ya veremos cómo acabará llamándose, y de la que también parece que formará parte la película de animación que se anuncia en este año 2017 a cargo de Kobun Shizuno (Knights of Sidonia).
Para esta re-imaginación de la historia original se ha elegido a Hideaki Anno, responsable de la saga Evangelion (una curiosidad para los fans de Ghibli: Hideaki Anno es el seiyū de Jirô Horikoshi en Kaze Tachinu, -El viento se levanta, 2013- de Miyazaki) secundado en la dirección por Shinji Higuchi que es conocido por los malamente pasables live-action de Ataque a los Titanes y también de más cine de catástrofes. Las líneas básicas de la historia de la primera película se mantienen aquí, el origen del monstruo es diferente pero su aparición es la misma, pero se abandona toda aquella alegoría del desastre nuclear y de su impacto sobre el Japón. Aquí se utiliza la aparición del monstruo para centrarse en desarrollar, casi exclusivamente, las acciones gubernamentales encaminadas a afrontar la crisis y acabar con la criatura, acciones que están relacionadas con todo el aparato burocrático que los japoneses tienen que solventar antes de poder dar el primer disparo por parte de las fuerzas de autodefensa. Ver a los miembros del gobierno con el mono azul de trabajo por y para el pueblo y la ineptitud que muestran desde un principio no puede sino recordar lo ocurrido tras el desastre de Fukushima consecuencia del tsunami del 2011. Pero la crítica no se queda solo aquí, que también aprovechan bien la ocasión para mostrar su hartazgo respecto de la dependencia militar norteamericana o la injerencia de este país en sus asuntos. Y sutilezas hay pocas y sentido del humor mucho. En el asunto americano no se llega ni de lejos al glorioso extremo mostrado en The Host (2016) de Bong Joon-ho, pero tiene su gracia la representante “americana” que mandan al Japón, como también la tiene la mala leche con el destino de final de algunos. El grupo de crisis que se forma para encontrar una solución, que incluye al hombre-toalla, que parece una reivindicación continua del día del orgullo friki, es toda una declaración de intenciones sobre dónde está la verdadera solución al ataque del monstruo.
Ahora bien, todo esto no deja de ser más que una lectura entre líneas pues lo que verdaderamente importa es acabar con Godzilla. Lo que ocurre es que si no entras en todo este desarrollo la película puede resultar pesada en su duración, que Godzilla no sale tanto como pudiera parecer. También ocurría así en la película original donde la falta de ritmo era también muy patente. El homenaje a aquella está por todo del film, desde el principio, que es el mismo hasta que aparecen los rótulos ゴジラ, hasta la utilización de la mítica música de Akira Ifukube pasando por el diseño y movilidad del monstruo. También es cierto que hay alguna licencia no vista antes respecto del monstruo, más concretamente en las mutaciones que sufre o en la forma de utilizar el aliento atómico que tampoco es que moleste. Y también en un plano final de la cola del monstruo que deja qué pensar respecto de lo que pueda venir. Se puede pensar que se ha utilizado mucho cgi y es cierto, pero el monstruo sigue siendo en muchas ocasiones una gran marioneta. En cualquier caso, a pesar de que los efectos cantan en ocasiones (es marca de la casa en las películas de Godzilla) el resultado es más que aceptable en las escenas de acción y destrucción.
En definitiva, un relanzamiento japonés de la que es su franquicia por excelencia que resulta interesante y entretenido.

6/10 - Interesante


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